El arte funerario en Toledo y otras ciudades del centro peninsular es una tradición que proviene de época íbera y anteriores y que logró mantenerse con el cristianismo. Embellecer las tumbas con una bonita cruz labrada en mármol o con alguna escultura, así como crear un grupo escultórico mayor si tenemos la suerte de poseer un panteón familiar, es una de las formas utilizadas por los seres humanos para trascender más allá de su vida y que las generaciones posteriores puedan recordar su labor en la Tierra.

Desde el principio de los tiempos ha habido personas dedicadas a embellecer la muerte. Empresas como Piedras Villarrubia se han especializado durante más de 100 años en crear tumbas, arte funerario y panteones de todo tipo para que las personas de la región pudieran ver en vida qué quedará de ellos cuando abandonen este valle de lágrimas. La tradición de invertir en una tumba más bella proviene de la intención de ser visitados por sus seres queridos, creando un lugar estéticamente agradable para la visita que ayude a los familiares a pasar ese mal trago.

Los panteones con arte funerario en Toledo se cuentan como los más bellos de España, existiendo personas que acuden a verlos desde todas partes del país para tomar ideas para crear sus propios monumentos funerarios. El valor dado a la muerte y al recuerdo de los que se han ido son parte de lo que significamos como civilización. Lugares como Egipto, Roma o Mesopotamia no podrían haber trascendido como lo han ello sin pirámides, zigurats y catacumbas y es que basta con ver donde morimos para saber quiénes hemos sido.